IMG-20191114-WA0001Rosario Suárez (SAE), editó la película Los sonámbulos, está nominada al premio a Mejor Montaje de películas en competencia Internacional que otorgará EDA en la 34ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y nos cuenta el proceso de edición de esta película:

Los sonámbulos transcurre en una casona familiar durante los últimos días del año. Relata principalmente el vínculo entre una madre, Luisa, y su hija en plena pubertad.Indaga también, a través del resto de los miembros de la familia, en la relación de pareja, en las diferentes maternidades y paternidades, en los vínculos.

La historia se va construyendo a partir de un entramado de relaciones que detonan con la llegada de un sobrino que hace tiempo vive fuera de país. Durante ciento diez minutos acompañamos el devenir de Luisa y de Ana, alternando escenas intimistas con encuentros familiares, en general en torno a una mesa, donde todos hablan a la vez, superpuestos, caóticos.

Los sonámbulos es mi quinta colaboración con Paula Hernández en un largometraje.

Como en todas las ficciones anteriores, fui editando sola durante el rodaje y luego trabajé con Paula hasta el corte final. Teníamos apenas ocho semanas para la edición (finalmente fueron nueve), lo que nos demandó, no solo un altísimo grado de concentración sino, sobre todo, la necesidad de tomar decisiones contundentes desde los primeros cortes. No había posibilidad de demorar la decisión de quitar lo que incomodaba.

La característica principal del primer corte fue que, en su mayoría (me animaría a decir en su totalidad), las escenas eran largas –entre 3 y 5 minutos promedio– y con mucho desarrollo dramático. Supimos rápidamente que teníamos que modificar ese tempo interno en algunas escenas, sacarles densidad dramática, para conseguir un ritmo con más fluctuaciones. También fue necesario poner en valor las diferentes historias de los personajes principales y los secundarios. Esto implicó sacrificar escenas muy buenas pero que dispersaban la tensión con líneas secundarias en momentos en que convenía concentrarnos en lo que pasaba con la historia central.

El mayor desafío fue decidir si romper –o no– el punto de vista madre/hija. El guion incluía un tercer punto de vista en un momento crucial de la historia. La escena filmada era maravillosa, con una actuación soberbia de Marilú Marini, lo que hacía más difícil aún desprenderse de esa escena. ¿Debía permanecer o irse? Las opiniones estuvieron divididas durante un rato. Priorizar la escena que considerábamos genial, contundente y estremecedora. O priorizar la potencia de las escenas siguientes que se beneficiaban cuando aquélla no estaba. Romper o no el punto de vista era, a esa altura, un tema menor, probablemente imperceptible por la densidad del conflicto en ese momento del relato.

El final también ocupó gran parte de nuestra atención, nuestra dedicación y nuestro tiempo. Los finales necesitan ser pensados y repensados muchas veces durante el proceso de montaje, es saludable ponerlos en jaque, aunque solo sea para reafirmarlos.

Incluso cuando parezca que no hay opciones. Siempre las posibilidades son infinitas y es mejor tomarse el tiempo para probarlas todas.

Trailer: https://vimeo.com/355589871

Funciones (día, hora y sala):

Sábado 16 de noviembre, 09,00, Teatro Auditorium – Sala Astor Piazzolla.

Sábado 16 de noviembre, 22,00, Teatro Auditorium – Sala Astor Piazzolla.

Domingo 17 de noviembre, 12,00,  Ambassador – Sala: Ambassador 1.