La película El ángel de Luis Ortega, coproducida por K&S Films, El deseo, Underground y Telefé fue elegida para Un Certain Regard, segunda sección oficial de la 71° edición del Festival de Cannes.
Inspirada en la vida del asesino serial Carlos Robledo Puch, es una de las tres películas argentinas que participan del festival. El colega y socio Guille Gatti (EDA) nos cuenta sobre el proceso de montaje.
“Puedo decir que de alguna manera guste o no la película es el proyecto más personal y ambicioso y que más me gusta de los que he trabajado.”
Yo trabajo hace más de 10 años en Underground, la productora de Sebastián Ortega, que además de ser hermano de Luis es co-productor de El Ángel. En Underground trabajé en dos series distintas con Luis, en 2015 hicimos Historia de un clan y en enero del 2016 repetimos con el primer capítulo de El Marginal. Con esas series se armó un matrimonio codependiente, 11 o 12 horas encerrados en una isla, hablando y pensando solo en el proyecto que teníamos adelante. A Luis le pareció interesante repetir nuestra rutina insalubre pero muy estimulante y me postuló para editar El Ángel.
La película se rodó en ARRI Alexa en 2k con foto de Julián Apezteguia, arte de Julia Freid y con Martín Fisner en la cámara. Tuvo ocho semanas de rodaje entre julio y septiembre de 2017, con unas tres o cuatro jornadas extras en enero 2018. A pedido mío, editamos con AVID MEDIA COMPOSER (V 8.9.1).
El equipo de post lo comandó como coordinador Ezequiel Rossi, un crack total y obsesivo del detalle. La película tuvo durante las ocho semanas de rodaje a Juan Pablo Menchón turnándose con Mariana Durán (EDA) como asistente de montaje; Andrés “Firu” Fichendler como meritorio de montaje, y María Arrastoa haciendo un trabajo de asistencia mucho más integral, siguiendo la película desde el rodaje hasta el delivery final. La post de sonido estuvo a cargo de José Luis Díaz y su equipo. Los VFX estuvieron a cargo de VFX Boat.
Me parece importante decir que El Ángel es una criatura 100% Luis Ortega, vive y respira la manera de sentir el cine que tiene Luis. Yo sentí como mi responsabilidad interpretar eso lo mejor posible y ayudarle en su viaje. Ya sea potenciando algo o corriéndome del medio cuando hacía falta.
Antes de empezar la película hice un pequeño trabajo de investigación sobre distintos workflows para poder manejar lo que yo suponía, y tuve razón, una gran cantidad de material. No tengo la cifra exacta, pero creo que fueron más de 100 horas de material en 49 jornadas, con muchas de esas jornadas a 2 cámaras.
A los métodos que ya venía usando incorporé algunos nuevos leídos en el libro de Steve Hullfish, “Art of the cut”. Por ejemplo, desde cómo dividir los dailies en distintas secuencias por frase de diálogo. Si bien esto lo puede hacer un/a asistente, siempre me parece importante ver todo hasta lo que no sirve; es una manera de hacerse cargo del material. Me parece imposible encarar un armado si no conozco todo lo que se filmó. También hicimos un detallado sistema de markers y tracks de colores para distintas situaciones (marker BLANCO para mi, ROJO notas de producción, AMARILLO para sonido, etc).
Y Juan Pablo, el asistente, hizo una carpeta de Google Drive con capturas de un frame por escena que fue una gran manera de orientarse dentro de la película. Cuando estaba mareado con la historia, con solo ver esa carpeta de Google Drive se me armaba el guión entero en la cabeza.
El proceso “fuerte” de edición fue de unas 20 semanas, 100 días. Durante las ocho semanas de rodaje estuve viendo y haciendo primeros armados de las escenas. Pasé también varias jornadas en rodaje con una laptop y auriculares para repasar ideas y distintas escenas con Luis. Recuerdo por ejemplo una jornada viendo material en un auto en movimiento, o editando en el pasto junto a una ruta mientras se filmaba una escena de acción a los tiros. Este proceso sirvió mucho. Por ejemplo, una vez que las vio Luis decidieron refilmar dos escenas completas, cambiando puestas e intenciones de acting.
Al terminar el rodaje, Luis se tomó solo uno o dos días de descanso y se vino a instalar a la isla de edición. Apenas llegó Luis a la isla, luego de ocho semanas de primeros armados, abandonamos la idea de tener un clásico armado de guión, y empezamos desde el principio.
Lo más importante para Luis es siempre el nivel de verdad que tiene una escena y sobre todo las actuaciones, algo que se vuelve milimétrico. Una cosa muy buena de trabajar con un director con experiencia como Luis es que es muy poco sentimental con su propio material, es capaz de sacar una secuencia de 6 minutos entera sin que le tiemble el pulso.
El principal desafío de El Ángel tenía que ver con su protagonista. Lorenzo Ferro debuta en la actuación. Luis hizo un trabajo muy fuerte de entrenamiento con él y a la hora de filmarlo prefirió buscar muchas opciones, de tono, de intención en cada uno de sus diálogos. Era muy importante para nosotros lograr la mímesis entre Carlitos y Lorenzo, creernos el personaje que imaginó Luis y que aparezca en cada uno de las frames de la peli. Creo que es algo muy difícil pero está logrado.
También fue fundamental el laburo del camarógrafo, el Colo Fisner, para esto. Es raro lo que digo, pero tiene una sensibilidad para conectar con lo que están haciendo los actores en cámara que es realmente especial.
Otra característica de la película, que ya estaba pensada durante la etapa de guión y se terminó de decidir en el montaje, es que casi no se componga música para la película. La producción arrancó con los derechos de varios temas musicales adquiridos en la previa, y seguimos sumando varios en montaje. El enorme laburo de la producción para negociar y conseguir los derechos hizo que la peli salga casi toda musicalizada del montaje. Algo más cercano a nuestra experiencia en las series.
El montaje terminó su primer etapa más exhaustiva el 7 de diciembre, cuando mostramos una primera versión a los productores, luego de 100 días de montaje. Apagamos las luces de la isla, dimos play y con Luis y el Colo nos fuimos afuera a esperar como quien espera el nacimiento de un hijo. Ese primer corte duraba 137 minutos.
Luego en enero se filmaron unas retomas y metimos unas 10 jornadas más de montaje donde sumamos las escenas e inserts nuevos que se filmaron y afinamos más el corte anterior haciendo muchas pruebas de estructura. Luego, hasta abril se siguió tocando, poniendo, sacando o sea buscando la forma final de la película.
Puedo decir que de alguna manera guste o no la película es el proyecto más personal y ambicioso y que más me gusta de los que he trabajado. Es raro decir que algo que uno no firma es personal, pero siento que Luis logra muy bien transmitir a su equipo que lo que estamos haciendo es un trabajo en equipo, una experiencia comunitaria. Es un director muy generoso.
Eso es también lo bueno de trabajar en una producción tan profesional y ordenada, donde todos comprenden su espacio y la bajada es de respeto hacia todos los lugares. Se está haciendo muy difícil ver productores que entiendan la importancia de los asistentes de montaje y lamentablemente también está desapareciendo mucho en nuestro cine el rol del coordinador de post que es absolutamente fundamental. Una película de esta complejidad, con 3 casas de post de video, entregas para festivales, tantos productores, puede derrapar rápido sin una figura de coordinador como la que tuvimos en El Ángel o las que tenemos en Underground con las series.
El Ángel llega a los cines en Agosto del 2018. Click para ver el teaser.