Breve historia del planeta verde es una de las nominadas al Premio al Mejor Montaje de la Competencia Argentina, que otorgarán EDA y SAE en la 21ª edición del BAFICI. Iair Michel Attías (EDA) y Loli Moriconi (EDA) nos cuentan cómo fue el proceso de montaje de la película.
Loli Moriconi
De “Breve historia…” recuerdo que Santiago Loza -director de la película y entrañable amigo-, en una de las charlas diarias que teníamos mientras filmaban, me dijo que sentía que la música tenía que ser una presencia casi permanente, al estilo de las películas de la infancia y la adolescencia que marcaron nuestro amor por el cine. Había por ese lado una reminiscencia a algo de raíz honda y conocida, casi como un hogar en el cine, pero ligado a la vez a algo nuevo, muy nuevo, imposible de preveer, aún hoy, con la película terminada.
Así es que el primer acercamiento a la forma de la película, vino de la música de Diego Vainer, concretamente pude empezar a armar a partir de recibir los primeros temas, y gracias a su generosidad. Él había sido el compositor de la serie de TV de Santiago, que edité también, “Doce casas”; había ahí entonces un universo conocido, y al mismo tiempo extraño; esa cualidad especial que viene de su música y de la que se empapó toda la película.
Algo determinante en la forma también fueron los planos secuencia, con largos seguimientos de cámara; hay una danza de la cámara, que consiste en un fluir no del todo fluido, una suspensión que no oculta su origen en el pulso de una mano. Que en el montaje dialoga con largos fundidos, cortes con duración que al sostener dos planos suspenden ese momento de unión pero de separación también. Fundidos que además configuran el viaje como ensueño, algo que quizás sea todo viaje, más aún el que lleva a los personajes de vuelta al lugar de la infancia, al origen, la fantasía, la casa natal donde todo empezó y todo puede suceder.
Fui armando varias secuencias en orden y más adelante en el orden en que lo iba sintiendo, hasta que por motivos personales no pude seguir trabajando a diario en la película. Entonces tomó la posta el querido Ati, Iair Attias, que entró en sintonía inmediata con ese universo, y llevó la película hasta el final. Seguí el proceso viendo sucesivos armados en la casa de Ati, hasta el día en que cerramos el corte, recorrimos la película entera como se recorre una casa para airearla, sacamos escenas, cambiamos planos, corregimos detalles, comimos fideos y esperamos a Santiago para terminar.
Iair Michel Attías
Llegué al proyecto por un llamado de Loli Moriconi (EDA), amiga y colega a quien ya había asistido en el montaje de otras películas. Me convocó para trabajar juntos en este proyecto, en el que había armadas varias secuencias pero todavía no habían llegado al primer armado.
Durante cinco semanas, me dedicaba a editar solo o con el director, Santiago Loza, y todos los viernes nos reuníamos en la isla en mi casa con Santiago y Loli a visionar, y también se sumaban otros miembros del equipo que daban su mirada: Eduardo Crespo (DF), Constanza Sanz Palacios (productora), Diego Vainer (músico) y Nahuel Palenque (sonidista).
El primer descubrimiento para mi, fue el método de trabajo de Santiago, de suma libertad en todo el proceso y con mucha dedicación al trabajo actoral. Eran pocas puestas con tomas largas, pero se distinguía que en cada retoma los actores proponían algo diferente, más maduro, más trabajado, más superador y sensible. Por otra parte, es una película muy especial porque la banda sonora tiene una presencia musical constante, que completa los silencios y momentos de inquietud. Fue muy importante contar con el músico Diego Vainer desde el principio, tuvimos ida y vuelta haciendo maquetas y propuestas para poder editar.
Más tarde vino la etapa de reestructurar y ajustar. La estructura estaba muy condicionada por el guión, pero así y todo varias escenas quedaron en el camino, eliminadas en un valioso gesto de apuesta por el relato y por la película -y de gran generosidad para con el público por parte de Santiago-. Los protagonistas llevan adelante una travesía fantástica por senderos desconocidos, de modo que tuvimos que pensar cómo ordenar los comienzos y finales cronológicos (días y noches) de ese viaje, pero también dramáticos (mayores dificultades por enfrentar).
La película propone un nivel de ciencia ficción muy fantástico pero también muy contenido y en segundo plano, que suena más irreal al contarlo que al verlo. Y creo que la libertad de Santiago y de todo el proceso permitió que el montaje pueda hacer su aporte en esa dirección. Por ejemplo, hay una escena donde funden largamente las luces de la carretera con el rostro melancólico de Tania refractado en la ventana, a mi parecer recordando lo estrecha que resulta la barrera entre fantasía y realidad.
Este proceso de co-edición fue el más rico de los que haya conocido. Además de ver y conversar los progresos semana a semana en conjunto, y para terminar nos reunimos con Loli el día del corte final a mirar la película, escena por escena, y “firmar” el corte juntos.
Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=6CoZ0oBJilc
Funciones:
DOMINGO 7, Multiplex Belgrano 2, 22.50
LUNES 8, Multiplex Belgrano 2, 17.20
MIÉRCOLES 10, Gaumont 2, 20.20