La película dirigida por Ariel Winograd y protagonizada por Diego Peretti y Guillermo Francella se estrenó el 16 de Enero de este año y hasta el momento acumula 1.534.244 espectadores. Tuvimos la oportunidad de charlar con el editor, Pablo Barbieri y con la asistente de edición, Luisina Rampoldi, que nos comentaron sobre el proceso de montaje de la película.
«En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es sólo plata y no amores», decía una nota escrita por el líder de la banda y que fue encontrada en la bóveda. Está considerado el mejor robo de la historia policial argentina y entre los cuatro mejores robos del mundo porque nunca una banda había combinado una toma de rehenes con un boquete.
¿Cómo llegan al proyecto?
Pablo Barbieri: Llegué al proyecto por convocatoria de Wino a quien conocí compaginando “Mamá se fue de viaje” y a partir de ahí trabajamos mucho juntos. Fueron 4 películas en dos años, a la ya mencionada le sucedieron “Todos Caen”, “Backseat driver” y “El robo del siglo”.
Lisina Rampoldi: En mi caso me convoca Pablo, hace bastante tiempo que trabajamos juntos, veníamos de hacerlo en la anterior película de Wino filmada en México. Además, también conocía a los productores de otros trabajos.
¿Cómo estuvo compuesto el equipo? ¿Cómo fue el flujo de trabajo? Cuál software usaste?
PB: Editamos en Avid Media Composer y el equipo de montaje estuvo compuesto por Luisina Rampoldi que fue asistente de montaje y por mí como editor. Con Luisina trabajamos en paralelo desde que comenzó la filmación. Primero preparamos dos discos iguales, a los que denominamos clones, en donde se va volcando todo el material. Luisina carga, sincroniza y clasifica el material por escena y yo voy actualizando mi disco con el material de cada jornada nueva. A su vez, ella va actualizando el suyo con los pre-armados que voy haciendo, esto permite establecer un diálogo entre nosotros y es así como compartimos impresiones sobre los materiales y los armados, además de estar al tanto del tema técnico.
LR: El flujo de trabajo partía de los dailies generados en DNX 80 que llegaban diariamente al Avid junto al Sonido para la sincronización. El desafío tuvo que ver más que nada con la cantidad de material diario generado que muchas veces no podía llegarnos completo porque no se llegaba con los tiempos de conversión; sobre todo teniendo en cuenta que hubo varias jornadas con más de una cámara.
¿Qué desafíos tuvo la edición y la asistencia de este proyecto?
PB: Este proyecto, al ser una comedia con elementos de acción dentro de lo que podría denominarse una Heist movie, planteó una compleja articulación del todo, considerando el hecho de estar basada en una historia real muy conocida por el público argentino. El foco estuvo puesto en vivir esta aventura con humor y buen ritmo, que de alguna manera el espectador pudiera sentir que alguien logró hacer posible lo imposible. Generar una identificación inmediata con esa suerte de criminales devenidos en héroes por la singularidad del hecho y el contexto social (Corralito, tragedia de Ramallo).
Esta película además contaba con secuencias de acción que implicaban combinar escenarios reales con locaciones recreadas en estudio y con complejos VFX. Es de destacar también el trabajo del Chango Monti, de Daniel Gimelberg, de Jose Luis diaz, de Julio Suárez , de VFX Boat, de Alex Zito, de Ricardo Freixa de Axel Kustevatzky y de Wino comandando todo, ¡por supuesto! Sería muy largo nombrarlos a todos, pero es importante decir que desde el montaje uno es una suerte de actor invisible, recibimos el trabajo de mucha gente talentosa y jugamos con las herramientas propias del lenguaje cinematográfico para construir sentido y muchas veces sucede la magia. Generalmente no pasa nada, pero estar ahí en el momento en que sucede hace que sigamos buscando película a película.
Por otro lado, algo que siempre es hermoso de ver y de hacer en el cine es el montaje alterno. Cortar entre escenas con acciones independientes tratando de generar interrelaciones, suspenso o tensión. En este caso contábamos con la interacción entre el interior y el exterior del banco pero también con los flashbacks. Si bien esta dinámica alterna ya estaba planteada desde el guión, Wino hábilmente generó otras opciones para poder construir en el montaje.
LR: Wino genera diariamente mucho material y era importante sincronizar y tener organizado el proyecto lo más al día posible, en paralelo al rodaje, debido a que esto le permitía a Pablo ir armando las escenas diariamente e ir teniendo un feedback con el director para ir ajustando cosas.
“desde el montaje uno es una suerte de actor invisible…
… jugamos con las herramientas propias del lenguaje cinematográfico para construir sentido…”
¿Cómo fue el trabajo: director-editor-asistente?
PB: Wino ama filmar, juega con los recursos y el lenguaje logrando un humor dinámico y muy particular en todas sus películas. Filma mucho, su puesta en escena es compleja e incluye opciones. Por mi parte, en todos los proyectos, suelo hacer muchos armados de cada escena durante la etapa de filmación a los que denomino pre-armados. Con Wino la cantidad de versiones se multiplica exponencialmente, pero aún así antes de que termine la filmación comienzo a unir las secuencias en un armado que sigue la estructura emocional planteada por el guión, y si veo que algo no termina de funcionar o se me ocurre otra opción, trabajo en paralelo en otro corte. En este tipo de proyectos le doy mucha importancia a la música, busco y propongo referencias porque terminan de construir el mundo, en definitiva son un personaje más de la historia y ayudan a definir el tono.
LR: Pablo y Wino se entienden, se escuchan y ambos son prolíferos. Wino para filmar y Pablo para brindar opciones de montaje para las escenas. Nunca se queda con una versión, prueba cosas, escucha los pedidos del director y también tiene una actitud lúdica frente al montaje generando diversas versiones para cada escena. El material producido por Wino también lo permite, en este sentido creo que se complementan.
PB: Unas pocas semanas después de la filmación nos juntamos con Wino a ver un primer corte y a partir de ahí trabajamos juntos hasta llegar a un armado que nos satisfaga. Obviamente, los pre-armados y toda la exploración previa sirven y recurrimos mucho a esos fragmentos para tratar de entender cuál es la forma de contar la película. Wino tiene la película en la cabeza por lo cual prefiere no ver los pre-armados durante la filmación y sorprenderse con el primer armado. Prefiere ver “qué ve el otro” porque sabe que puede volver a su primera idea en cualquier momento, esta dinámica enriquece el proceso creativo.
El primer corte que hacemos juntos lo compartimos con los productores, y a su vez se realizan proyecciones de testeo con público. En esta etapa mucha gente colabora para que se pueda encontrar la mejor película posible con el material filmado.
¿Cómo fue el trabajo con el sonido?
PB: El director de sonido fue José Luis Díaz, con él solemos hablar durante todo el proceso y se establece un ida y vuelta creativo. En este caso trabajamos bastante apurados pero le enviamos pre-armados y eso generó que nos pase algunos efectos de sonido a modo de referencia para ir empezando a ver la construcción de la escenas.
Creo que la interacción entre el sonido y el montaje es fundamental, son actividades hermanas como lo son la iluminación y la cámara. Además José Luis Díaz aporta su opinión cinéfila más allá de su rol y eso es fundamental a la hora de hacer una película, poder trabajar en equipo y enriquecerse con las diferentes miradas.
LR: Con sonido se trabajó impecablemente, con José Luis Díaz hicimos varios proyectos juntos y realmente él y su equipo tienen un nivel de profesionalidad que se traduce en prolijidad y en un ida y vuelta muy claro en relación a los aspectos técnicos. Todos los archivos están bien nombrados y planillados, con una mezcla en los dos primeros tracks que facilita muchas veces no usar los 8 canales de los archivos lo que permite que el timeline esté más despejado. Aunque todos los canales están sincronizados y se puede recurrir a cualquier micrófono puntual, la mezcla facilita el manejo en el timeline.
¿Hay algún otro comentario que quieras sumar?
LR: Creo que es importante la puesta en valor de un trabajo técnico como el de asistente de montaje porque en el día a día siempre se presentan cuestiones técnicas y organizativas del material a resolver que dan cuenta que lejos de ser un trabajo automatizado, requiere de alguien que controle y lleve el proyecto de una manera prolija y organizada despejando los inconvenientes técnicos que puedan surgir y dejando todo listo para que el montajista solo se dedique a montar.
PB: Agradezco a Wino por haberme convocado a este proyecto y a todos los que aportaron para hacer una película de este estilo en Argentina. Con aciertos y errores creo que hace falta un cine popular de calidad en nuestro país y cada vez que se apuesta fuerte en esa dirección hay que apoyar porque se aprende haciendo y todos nosotros seguimos aprendiendo.