El pasado martes 3 de Marzo se estrenó en el Centro de Experimentación del Teatro Colón Los Trabajos y los días, película de Juan Villegas, editada por nuestra socia Guillermina Chiariglione. El documental observacional toma la preparación de un concierto escénico de cámara como excusa para crear un homenaje al espacio y a su creador, Gerardo Gandini. La película se está proyectando gratuitamente en el marco del Foco Gerardo Gandini organizado por el CETC los días martes 3, miércoles 4, jueves 5, martes 10, miércoles 11, jueves 12 de marzo.
¡Felicitamos a nuestra socia Guillermina Chiariglione por el estreno de este proyecto! Aquí nos cuenta sobre la experiencia del trabajo de montaje en la película:
¿Cómo llegaste al proyecto?
Llegué al proyecto porque Manuel Ferrari, editor con el que yo había trabajado anteriormente como co-editora y asistente para un documental de Juan (el director), me sugirió para hacer este trabajo. Juan se puso en contacto conmigo y enseguida acepté con mucho entusiasmo.
¿Qué desafíos o particularidades tuvo la edición de este proyecto?
El mayor desafío que tuvimos era la duración. La película para nosotrxs tenía que durar en un principio 48 minutos aproximadamente, pero para el INCAA tenía que llegar a la hora. Entonces hicimos una pausa en la edición de un par de meses para pensar. Juan había tenido en un principio la idea de incorporar material de archivo y, con la necesidad de extender la duración, se hizo más presente esta idea.
Pasado un par de meses, nos volvimos a juntar y Juan trajo algunos fragmentos de archivo de Gandini tocando el piano, así como también la película “Esas cuatro notas”, dirigida por Rafael Filippelli, cuyo personaje principal es Gandini. Cuando vimos esas imágenes cerró por todos lados la idea de incorporar este nuevo material ya que aportaba a la película un marco histórico y espacial del Colón, nos permitía anclar la figura de Gandini con el CETC y también ayudaba a contextualizar la historia del centro.
Luego de este hallazgo teníamos otra cuestión importante a resolver y era la idea de incorporar o no la obra al final del film. En un principio la película terminaba en un plano secuencia cuando la gente se sentaba y la cantante atravesaba el espacio, pero no se les veía a los músicos tocar. Fue en esta última etapa, luego del receso, que decidimos también incorporar la obra.
Si bien en el corte anterior en el que no estaba, ayudaba a marcar el resto del trabajo que suele estar más invisibilizado, también el no incluirla dejaba al espectador con las ganas de ver cómo se veía toda esa preparación en concreto, y ahí se resignificaban, a mi parecer, el sonido y las luces con la interacción de los músicos y su relación con el espectador de la obra.
Así entonces, siento que esa incorporación fue también un gran hallazgo, no así tanto la duración de los créditos, jejeje.
¿Qué características tenía el material?
Lo más característico del material es que fue filmado casi en su totalidad con una sola cámara, lo que generó una intención muy marcada desde rodaje en la elección del seguimiento de los personajes, pero también un gran desafío para la continuidad del montaje. La idea de articular estos momentos fue clave, porque había que intercalar personajes, espacios, acciones, para darle progresión al trabajo y a los días, pero también generar reconocimiento en el espectador de los mismos.
En un principio usamos carteles para dividir los días, recurso que luego eliminamos, porque entendimos que no era necesaria; al contrario, restaba ritmo y continuidad. El haber prescindido de los carteles fue muy placentero, porque descubrimos que se entendía el paso del tiempo simplemente desde el vestuario o desde las acciones laborales, y eso fue muy satisfactorio.
¿Cómo fue el trabajo con el director?
El trabajo con Juan fue muy fluido. Yo arranqué a preparar un primer armado justo cuando él estaba en el rodaje de su película «Las Vegas», así que el proceso del primer corte fue virtual y super efectivo.
Luego trabajamos en conjunto durante varios encuentros, hicimos esa pausa que mencioné anteriormente y luego nos seguimos juntando para pensar en la incorporación del nuevo material y re pensar los ritmos internos que surgían de esas nuevas piezas, para luego darle finalmente un cierre a la película.
¿Cómo estuvo compuesto el equipo de post producción?
El equipo de post producción fue bastante sencillo porque la directora de fotografía, Inés Duacastella, realizó también la corrección de color y el DCP, lo que hizo que todo el flujo de trabajo fuese mucho más fácil y efectivo, y la directora de sonido Valeria Fernández era colega de Mercedes Gaviria, quien hizo el registro de sonido directo. Un hermoso equipo de mujeres muy genias, super fluido a nivel comunicativo y de entregas; así que no me puedo quejar.