Este jueves 4 a las 22hs se estrenará por CINEAR TV La fiesta silenciosa, película dirigida por Diego Fried, co-dirigida por Federico Finkielstain, y protagonizada por Jazmín Stuart, con montaje de nuestra socia Mariana Quiroga Bertone. Tendrá una repetición el sábado 6 a las 22hs y luego estará en CINEAR PLAY del 5 al 12 de junio con acceso gratuito. Tuvimos la oportunidad de hablar con Mariana y con Santiago Lorences, asistente de edición, sobre el trabajo de montaje en este proyecto de género. Acá les dejamos la entrevista y ¡felicitamos al equipo por el estreno!
trailer: https://youtu.be/pmVNXMNlWl0
¿Cómo llegaste al proyecto?
Mariana Quiroga Bertone: Llegué al proyecto gracias a lxs productorxs de la película, Roxana Ramos (de Aramos Cine) y Martín Aliaga, a quienes conocía de otros trabajos. Roxana quería que la montajista fuera mujer porque le interesaba la perspectiva femenina: ella tenía claro que si la película la editaba una mujer, la forma en cómo se podía presentar el conflicto iba a ser muy distinta a si la película la editaba un hombre (que también podía tener una aproximación válida al tema, pero no era lo que buscaba la productora). Por suerte, con Diego hicimos una dupla muy linda, muy productiva y yo traté de darle toda la contención que necesitaba ya que, si bien él tiene otras dos películas, ésta era la más grande que había hecho hasta ahora.
Santiago Lorences: Por Martín Aliaga, productor de la película y amigo. Con él llevamos unos 8 años compartiendo proyectos, pero sobretodo, yo ya había hecho la asistencia de montaje de su película anterior, Arpón.
Jazmin Stuart – La fiesta silenciosa
¿Qué desafíos tuvo este proyecto?
Mariana Quiroga Bertone: Cuando tuve el primer armado de guion Diego y yo hicimos un visionado en casa, lxs dos solxs, sin anotar nada ni detenernos en detalles, porque queríamos sentir la película y ver qué nos pasaba con ella. Ahí nos dimos cuenta de que el punto más álgido sucedía muy pronto en la historia (a los 22 minutos aproximadamente) y a partir de ahí el conflicto, en vez de avanzar hasta llegar a su clímax, iba en un lento descenso hasta el final; algo indeseable si se quiere mantener la atención de lxs espectadorxs. Es allí donde decidimos cambiar la estructura del guión, retrasando la revelación del conflicto y haciendo uso de un lento despliegue de la información a través de la utilización de flashbacks. Esto nos permitió, por un lado, mantener intrigadxs a lxs espectadorxs sobre qué le había pasado a la protagonista; y por otro, logramos que sientan en primera persona cómo ella sobrelleva el conflicto: al principio de manera confusa y fragmentada, hasta el final donde logra darse cuenta de lo que le había pasado realmente. En este sentido, queríamos lograr algo fundamental para que la película funcionara: hacer que lxs espectadorxs se conecten emocionalmente con lo que vive la protagonista sin llegar a juzgarla por la forma en que decide resolver el conflicto. Si hubiéramos revelado todo al principio, sin que mediara su subjetividad, capaz la historia se contaba igual, pero no hubiéramos podido empatizar con su transformación y capaz hasta nos hubiéramos sentido distantes de las decisiones trágicas y extremas que toma.
Mariana Quiroga – La Fiesta Silenciosa
Santiago Lorences: Al tener poca experiencia como asistente de montaje (es mi 5to largo) un poco TODO es un desafío. Sobretodo porque ninguno de esos proyectos fueron para el mismo montajista. Algo adicional en este caso es que empecé a trabajar antes de saber quién iba a montarlo, con lo cual había riesgo de tener que volver hacia atrás y hacer las cosas de otra manera, cosa que terminó sucediendo. De hecho, antes de que se incorporara quien sería el o la montajista de la película, la producción necesitaba mostrar material para posibles inversores y concursos de Work In Progress. Por eso, en una primera instancia ingesté y trabajé con el material en Premiere. Luego, tuvimos que pasarlo todo a Avid para que Mariana empezase su proceso creativo desde cero.
Santiago Lorences – La fiesta silenciosa
¿Qué particularidades tenía este proyecto respecto a otros donde habías trabajado?
Mariana Quiroga Bertone: Debo decir que este proyecto fue todo un desafío para el director que tuvo que filmar en 3 semanas y casi enteramente de noche toda la película. Honestamente, no sé cómo lo logró, pero lo hizo. Es triste que se esté trabajando en estas condiciones, pero es la realidad del cine argentino de hoy y me temo que va a ser aún peor después de superada la pandemia. Así que uno de los mayores retos fue poder contar la historia que queríamos con una cantidad muy limitada de material. Hay personas que piensan que a menos cantidad de material, se hace más fácil el proceso de montaje, yo no creo que eso sea necesariamente así. Puede serlo en un caso particular, pero no en La fiesta silenciosa que necesitaba un trabajo muy meticuloso con respecto a cómo contar esta historia sin caer en maniqueísmos o en discursos grandilocuentes. De ahí que en el proceso de montaje probáramos muchas cosas hasta llegar al corte final.
Santiago Lorences: ¡Género! Es una película muy de género, tiene cositas muy Carpenter, es muy narrativa. La trama está siempre avanzando, siempre en movimiento, no hay tiempos muertos. Los personajes están bien definidos y Jazmín Stuart se convierte en una Final Girl total.
Mariana Quiroga Bertone: Hicimos varios visionados con lxs productorxs de la película donde reflexionábamos mucho sobre cómo había que mostrar y resolver el conflicto. Fueron discusiones a veces acaloradas pero necesarias para asegurarnos de que estábamos yendo por el camino correcto. No es algo necesariamente negativo que te cuestionen las ideas, al contrario. Porque para poder defenderlas, estás forzadx a poner en palabras decisiones de montaje que quizás tomaste de manera intuitiva. Sin duda, fue un proceso arduo y a veces áspero, pero que dio sus frutos.
¿Qué características tenía el material?
Mariana Quiroga Bertone: El material en sentido técnico era bastante complejo porque se grabó casi enteramente de noche. Y acá hay que felicitar al director de fotografía Manuel Rebella que trabajó en tiempo récord y con muchas limitaciones.
Santiago Lorences: Se notaba mucho que el guion estaba muy laburado y ajustado porque el material que llegaba era muy fiel al papel.
Mariana Quiroga Bertone: Por otro lado, el material era muy interesante porque delante de la cámara estaba Jazmín Stuart que lo dio todo literalmente y estaba acompañada de grandes actores de la talla de Gerardo Romano, Gastón Cocchiarale, Esteban Bigliardi y Lautaro Bettoni. El tema de la película es bastante complejo y significa todo un desafío para un actor o una actriz ponerse en la piel de estos personajes.
Jazmin Stuart – Gerardo Romano – La fiesta silenciosa
¿Cómo fue el trabajo con el director?
Mariana Quiroga Bertone: Fue muy gratificante el trabajo con Diego. Es un director muy generoso, sabe escuchar y aceptar sugerencias; pero por otro lado, cuando tiene algo claro, lo defiende hasta el final con argumentos claros. Él me confió su película sin conocerme y yo de a poco me fui ganando su confianza: fui respetuosa con su trabajo, pero le pude señalar las cosas que me parecían que no funcionaban del todo, siempre con el objetivo de que llegáramos a la mejor película posible. Tuvimos una relación muy fluida y de mucho diálogo. De verdad deseo que pueda seguir filmando porque considero que es un director muy talentoso.
Santiago Lorences: Como la decisión de quién sería el o la montajista de la película se tomó su tiempo, al principio hubo mucho laburo solo con Diego quien lógicamente quería ver qué material tenía. Ahí uno no solo tiene que lidiar con el material y las características que pueda tener, sino también con las expectativas y ansiedades que ese material genera. A veces con las escenas muy crudas o fuera de contexto es difícil tener una visión clara de lo que se está haciendo. Por suerte, pudimos transitarlo de buena manera con Diego.
Diego Fried – Jazmin Stuart – La fiesta silenciosa
¿Cómo fue el flujo de trabajo? ¿Cuál software usaste y qué desafíos tuviste al respecto?
Mariana Quiroga Bertone: Yo entré a la película después de que se había filmado y como habían ciertas premuras de producción para mostrar el material, Santiago comenzó el proceso de asistencia en el Premiere e incluso hizo algunos armados para bajar la ansiedad lógica de Diego que necesitaba ver y probar cómo funcionaba lo que había filmado. Pero en ese momento, yo no le tenía mucha confianza a ese software y le pedí a Santiago que ingestara y sincronizara todo el material de vuelta en Avid Media Composer, que es el software con el que me siento más cómoda y al que le tengo más confianza para editar un largometraje. Pobre Santiago, seguramente me odió un poco en ese momento.
Santiago Lorences: Si bien yo había usado Avid en Arpón, no es un programa que use con frecuencia, así que todo ese traspaso me generaba bastante ansiedad. Cuando Mariana se sumó, se tomó el trabajo de explicarme paso a paso y detalladamente cómo hacía las cosas ella y cómo quería que le preparase el material. Así que, si bien implicó mucho trabajo, fue muy sencillo y muy cómodo. Mariana es muy didáctica y paciente, e hizo que todo el proceso fuese muy fluido y llevadero.
Mariana Quiroga Bertone: Santiago hizo un trabajo impecable ingestando y organizando todo de la manera que estoy acostumbrada a trabajar. La verdad es que no tuve ningún problema en ningún momento del proceso con respecto a eso. Algo que es consistente con todos los trabajos que he hecho editando en Avid.
¿Cómo fue el trabajo con el sonido?
Mariana Quiroga Bertone: Siento que el trabajo con el sonido es inherente al trabajo de montaje. No puedo concebir editar una película sin tener una idea de cómo suena. En este caso, la película tenía que pasar de cierta convención de “realidad” a un instante donde todo se va a la mierda (perdón por mi francés). En ese viraje, era fundamental pensar en cómo con el sonido podíamos representar ese quiebre narrativo y emocional. Ahí le propuse a Diego un trabajo de sonido con drones atmosféricos para acompañar lo oscura que se va tornando la historia hacia el final. En este sentido, también fue muy productivo trabajar con Pedro Onetto quien hizo un trabajo increíble con la música y entendió perfectamente el efecto emocional que queríamos producir con la banda sonora.
Y acá quiero agregar que el título de la película te indica un poco por dónde viene la mano. Una fiesta silenciosa donde el ruido más ensordecedor es el silencio (de lo no dicho, de lo que se esconde, de lo que no se puede revelar). Un poco por ese camino fue el trabajo del montaje y el sonido.
Jazmin Stuart – La fiesta silenciosa
¿Hay algún otro comentario que quieras sumar?
Santiago Lorences: En este caso me acuerdo que fue muy satisfactorio ver los cortes finales porque pude ver cuánto se puede aportar narrativamente desde el montaje. Hubo un par de enroques de escenas que, sin dejar nada fuera del material y el guión original, lograron potenciar muchísimo la trama, sobretodo generando más suspenso, más incertidumbre.
Mariana Quiroga Bertone: En estos momentos de tanta incertidumbre sobre nuestro futuro y el futuro del cine argentino (y del sector audiovisual en general), creo que debemos estar más unidxs que nunca para pedir una legislación fuerte que regule, defienda y fomente nuestra actividad en todas sus expresiones y formatos. ¿Qué mejor momento que éste -donde quedó en evidencia nuestra frágil y precarizada realidad como técnicxs-, para pensar en un ordenamiento jurídico que enmiende esa situación de ahora en más y para siempre?
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