Román
Román es el segundo largometraje de la directora Majo Staffolani, y el primero editado por nuestro socio Luca Castello. Se proyectó en más de 70 festivales de los cinco continentes y ganó el Premio del Público a la Mejor Película en el 33º BFI FLARE London LGBTQ+ Film Festival. Relata la historia de un hombre, agente inmobiliario, casado y con una hija, que se siente atraído por otro hombre, veinte años menor. Se podrá ver a partir del jueves 8 de octubre por la plataforma CINE.AR. ¡Felicitamos a Luca por el nuevo estreno! A continuación nos contará cómo se desarrolló su trabajo en la película.
¿Cómo llegaste al proyecto?
Me contactó la directora, Majo Staffolani, a partir de la recomendación de la sonidista de la película. Primero hablamos por teléfono y después me invitó a su casa. Entre mate y mate me contó sobre el proyecto. Tuvimos una muy buena relación desde el principio, ambos somos personas muy directas y compartimos una pasión muy grande por hacer ficción.
Terminé de convencerme de ser parte del proyecto una vez que leí el guión, me gustó mucho, me pareció muy claro y honesto. Tenía una esencia medio punk de ir al hueso.
¿Qué desafíos tuvo la edición de este proyecto?
El primer y más importante desafío fueron los tiempos. Desde un principio se planteó que el objetivo era llegar a presentar al BAFICI. Eso nos daba poco más de un mes para editar la película. Lo más complicado es que tanto Majo como yo teníamos otros trabajos. En ese momento yo estaba fijo en una productora, cumpliendo jornada completa y ella estaba involucrada en rodajes de diferentes proyectos. Majo me propuso que coeditemos, así era más factible llegar al deadline. A mi me pareció una buena idea. Decidimos dividir la película por la mitad, así podíamos avanzar cada unx por su lado hasta alcanzar un primer armado.
Cuando terminamos de editar nuestras respectivas mitades, nos juntamos a ver la película por primera vez. A partir de ahí hicimos anotaciones sobre qué nos pasaba al verla. Nos dimos cuenta que necesitábamos hacer mayor hincapié en las escenas donde nuestro protagonista transitaba su transformación. Volvimos a ver el material y rearmamos varias escenas, dejando que el material fluya con un ritmo más calmo, para poder ver en profundidad el trabajo de lxs actorxs. Eso potenció muchísimo la historia y las sensaciones que transmite la película.
¿Cómo fue el trabajo con la dirección? ¿Cómo fue coeditar con la directora de la película?
Tuvimos una relación muy fluida y de mucho diálogo. Al principio editamos las tres primeras escenas de la película juntos. Eso nos permitió definir a grandes rasgos el ritmo y el tono del film. Fue muy grato descubrir que la edición de esas primeras escenas fluyó muy bien. Nuestros criterios para trabajar el material eran muy similares, eso se mantuvo por el resto del proceso y nos permitió trabajar con mucha confianza.
Una vez que nos dividimos la película y comenzamos a avanzar cada uno por separado, no dejamos de comunicarnos en ningún momento. Durante ese proceso nos pasábamos exports, para que cada unx pudiera ver los avances del otrx, con el objetivo de homogeneizar el criterio lo más posible. Una vez que tuvimos un primer armado nos empezamos a juntar en mi isla. Ahí fue lo más grueso del trabajo, probamos varias cosas, como siempre hubo que solucionar escenas y decidir en qué momentos hacer hincapié.
No fue una tarea fácil. Ya que, entre mi trabajo en la productora y la película, había días que terminaba editando más de doce horas consecutivas. Lxs dos estábamos muy agotados. Por suerte la película nos mantenía motivados y pudimos sacarla adelante.
¿Cómo fue el flujo de trabajo? ¿Qué software usaron y qué desafíos tuvieron al respecto?
Antes de editar, me armé un pequeño workflow e hice unas pruebas. No estábamos trabajando con asistente de edición o laboratorio digital, por lo que quería ir sobre seguro con el apartado técnico. Por suerte, todas las pruebas se dieron bien. Nos pusimos de acuerdo en las nomenclaturas que íbamos a utilizar y el método de sincronización. Gracias a esto pudimos trabajar tranquilxs, sin que las cuestiones técnicas nos traigan ningún tipo de problema. El software elegido para le edición fue el Adobe Premiere.
¿Hay algo más que te gustaría agregar sobre esta experiencia?
No hay nada más gratificante que hacer lo que uno ama. Cuando decidí estudiar montaje y me vine a vivir a esta ciudad, no estaba seguro de si llegaría a editar una película. Afortunadamente eso cambió con Román, la primera película que edité y de la que estoy muy orgulloso. Sobre todo, sabiendo que fue proyectada en más de 70 festivales en todo el mundo. Es lindo saber que tanta gente asiste a una sala a ver tu trabajo.