Flor Efron (SAE), editora de Flora no es un canto a la vida, nos cuenta cómo fue el proceso de montaje de la película, nominada al Premio al Mejor Montaje de la Competencia Oficial Argentina, que otorgarán EDA y SAE en la 20ª edición del BAFICI:

«Flora no es un canto a la vida es un documental íntimo, familiar, realizado a partir del material casero filmado íntegramente por su director, Iair Said. Está compuesto por los registros de los encuentros con su tía abuela Flora, además de llamadas telefónicas y de Skype. El montaje duró 5 años. En ese lapso fuimos alternando meses de trabajo intenso con períodos en los que lo dejábamos «reposar».

En un principio Iair me mostró el material y me contó la idea que tenía: se había reencontrado con Flora después de muchos años y sabía que ella no tenía otros herederos, así que quería quedarse con su departamento. Empezamos a trabajar a partir de esa premisa, definiendo el guion en la misma isla de edición. En ese momento pensábamos en hacer un cortometraje, pero de a poco nos fuimos dando cuenta de que la historia iba más allá del interés por la herencia, y de que el material tenía mucha fuerza. Fuimos encontrando un arco dramático en el que se tocaban temas universales y complejos, con humor y desde un lugar sensible. Y entendimos que estábamos frente a un largometraje.

Nunca tuvimos claro si Flora era consciente de la cámara o si actuaba con completa naturalidad, pero manejaba un sentido del timing que muchos envidiarían: era capaz de pronunciar la frase más macabra y triste en un restaurante, e inmediatamente pedirle la cuenta al mozo. Para remarcar ese carácter, desde el montaje decidimos cortar lo menos posible sus planos y sostener las atmósferas que ella misma creaba. El único problema de contar con todo ese material fue la decisión de dejar afuera escenas que eran valiosas por sí mismas, pero que no hacían avanzar la trama.

Iair, por su parte, tenía muy claro que quería cuidar a Flora y no exponerla: siempre hay cuestiones éticas implicadas en este tipo de documentales, y por eso nos tomamos el tiempo que necesitamos para cada decisión.

Se trató de un proyecto atípico, diferente a otras películas documentales o de ficción que edité, en las cuales me sentaba a trabajar con un guion y un plazo definidos. El paso del tiempo fue un protagonista clave: durante los cinco años que duró el montaje las vidas de Iair y Flora fueron avanzando y modificando el documental. Fue un trabajo movilizador, divertido y también desgastante, como todo aquello a lo que se le dedica mucho tiempo por cariño.»

Funciones:
Martes 17 de abril, 20.45, Village Recoleta 5
Miércoles 18 de abril, 15:30, Village Recoleta 5
Viernes 20 de abril, 16.40, Village Caballito 7

Trailer: