Felipe Guerrero (ECCA), editor de La película infinita, nos cuenta cómo fue el proceso de montaje de la película, nominada al Premio al Mejor Montaje de la Competencia Oficial Argentina, que otorgarán EDA y SAE en la 20ª edición del BAFICI:

«Para un editor cada material comporta un desafío en su potencialidad expresiva. El desafío de tomar el camino adecuado entre las variantes posibles para que una película funcione en su mecánica narrativa.

En La película infinita no hubo un camino de ruta preciso por parte del director, el material era heterogéneo e inconexo: pedazos sueltos insonoros de películas irresueltas o materiales dispersos de proyectos que nunca empezaron. El desafío fue entonces construir una película de montaje que no fuera simplemente un catálogo de archivos, si no, dar vida a un Frankenstein donde cada pieza -aprovechando también del proceso de sonorización asincrónica- estuviera conectada a una hipótesis de sentido, entre libertad y misterio.

El material a disposición era para mí, diría casi cuadro por cuadro, extremadamente valioso como documento. El trabajo de Leandro fue minucioso en recopilar tras ardua investigación una cantidad importante de imágenes que había sufrido este sino, pedazos olvidados de una historia nacional como trazos extintos que hubiera que dar de nuevo a luz. Eso le dio un valor que influenció mi apreciación del material.

Todo el material era mudo, no tenía traza de sonido alguna. El trabajo de composición sonora hecho por Roberta Ainstein ayudó a potenciar, resaltar y abstraer sentidos y sensaciones para que las piezas pudieran vivir autónomamente, relacionándose a su vez con la narración total propuesta desde la construcción a partir de la imagen.

Había editado también la primera película de Leandro, Los jóvenes muertos. Desde entonces hemos sido amigos y cómplices del placer por descubrir películas sobretodo experimentales y de ensayo. He compartido sus gustos estéticos desde su trabajo de programación y más adelante he seguido su pasión, que él me ha impregnado, por la preservación de archivos cinematográficos. Con este nuevo proyecto el sentido de trabajar juntos el montaje estaba ya dado a priori. Me depositó la confianza de construir algo que nos gustara a ambos desde ese lugar de cinefilia compartida.

En cuanto al trabajo con el sonido, no es la primera película que edito donde el material de imagen carece de sonido sincrónico. De hecho es parte de mi investigación artística como autor trabajar en este territorio donde el sonido tiene un carácter autónomo, perdiendo su obligación adyacente. He realizado películas como director donde esta imposición es una declaración estética frontal. Manipulación con materiales donde se pretende re-construir nuevas capas significantes, potenciando el amplísimo mundo no sincrónico de las imágenes con sonidos independientes, libres y soberanos. Estas películas las he trabajo junto con Roberta, quien se ha convertido en mi partner creativa desde el sonido, además de compañera de vida. Aquí en La película infinita, propuse a Leandro trabajar con ella, porque conocía su dedicación meticulosa en la composición, y porque el diálogo de montaje que hemos venido teniendo desde hace muchos años ayudaba a tener más tiempo para buscar inquietudes nuevas, que creo hemos propuesto en este hermoso proyecto.

Funciones:
Miércoles 18 de abril, 23:00, Village Recoleta 5
Jueves 19 de abril, 15:00, Village Recoleta 5
Domingo 22 de abril, 18:50, Village Caballito 8