Estamos inmensamente felices de anunciar la fecha fijada para la celebración de nuestra profesión:
8 DE ABRIL, DÍA NACIONAL DE LXS MONTAJISTAS.
Esta fecha fue pensada y decidida en conjunto entre las asociaciones EDA y SAE, conmemorando el natalicio del reconocido montajista argentino Antonio Ripoll.
ANTONIO RIPOLL
Antonio Ripoll (1930-2011) ha sido un referente indiscutido del montaje en Argentina. Hijo de un matrimonio oriundo de España. Su padre trabajaba haciendo la limpieza en el cine Broadway y Antonio, a sus siete años, solía ayudarlo. También en compañía de su papá, frecuentaba el Bar «Del Plata» en la Ciudad de Buenos Aires. Allí conoció a los hermanos Palomero, productores en los Estudios Lumiton, que comenzaron a convocarlo para trabajar como extra en cada ocasión que se les presentaba. Así es que su primer acercamiento al cine fue delante de cámara, en películas como “El espejo” de Francisco Mugica (1943).
Fue en los Estudios Lumiton donde, curioseando, un día le señalaron la sala de montaje desde lejos, advirtiéndole que nadie podía entrar allí, solo el director y el compaginador. Antonio no sabía qué hacía un compaginador, pero “Con el tiempo pude entrar y luego me quedé a vivir ahí” (1) .
Al cumplir 14 años comenzó a trabajar transportando las latas de película en los Estudios Fílmicos Argentinos (EFA) y en el Laboratorio Alex. Al poco tiempo asciende como ayudante. Trabajó en Lowe, una productora cinematográfica que realizaba los semanales Noticiero Panamericano, Argentina al Día y el Informativo Cinematográfico EPA. Dentro de sus tareas estaba la de ajustar las películas importadas que se excedían de la duración de una hora cuarenta minutos para que todas tuvieran la misma extensión y así pudieran realizarse más funciones diarias. Allí comenzó a aprender sobre el proceso del montaje.
Trabajó como ayudante en dos o tres largometrajes para luego comenzar a compaginar a los 17 años.
Junto a directores como Carlos Borcosque y Carlos Shlieper, aprendió los códigos del cine narrativo clásico. Sin embargo, hacia 1958, el cine argentino comenzó a experimentar cambios formales y Antonio Ripoll supo reconocer y responder a esas nuevas necesidades, convirtiéndose en un parteaguas para nuestra profesión. Con su trabajo logró cambiar la valoración que tenían productores y directores sobre la figura de lxs montajistas, dándoles un espacio de participación más autoral y creativo además del técnico. Un ejemplo de ello fue el reconocimiento de Manuel Antín al darle el crédito de coguionista en su película “La cifra impar” (1962), debido a las profundas transformaciones que Antonio había introducido durante el montaje. Es que él era un cinéfilo que participaba de las proyecciones del Cineclub «Núcleo», otro espacio de encuentro que compartía con colegas de la industria. Allí ”vivimos la revolución francesa”, dice Ripoll (1) refiriéndose al nuevo cine europeo que llegaba con otros paradigmas narrativos, como “Hiroshima mon amour” de Alain Resnais (1958) y “Sin aliento” de Jean-Luc Godard (1959).
Con “Tire Dié” de la Escuela Documental de Santa Fe, dirigida por Fernando Birri (cuya primera versión es de 1956 y segunda versión de 1958) llegó para Antonio la oportunidad de experimentar en el montaje dando su aporte creativo a la narración.
Antonio fue reconocido, y hoy recordado, no solo por su profesionalismo y por ser un referente de la cinematografía argentina en los años 60, conocida como la “época de oro”, sino que además ha formado a muchxs montajistas gracias a su generosidad y las oportunidades que dio a muchxs jóvenes que recién estaban dando sus primeros pasos en la industria del cine. No son pocxs lxs que le atribuyen a Antonio Ripoll su ingreso al montaje, en tiempos en que los lugares y condiciones para estudiar cine eran muy limitados.
Fue docente en la Escuela Documental de Santa Fe de la Universidad Nacional del Litoral – fundada por Fernando Birri en 1956 — y también en La Plata, donde alentaba a lxs jóvenes a incorporarse en la industria, compartiendo con ellxs largas horas de charlas sobre cine luego de las clases y llevándolxs a trabajar con él como sus ayudantes. Algunxs de sus alumnxs destacadxs fueron Juan Carlos Macías, Oscar Souto, Oscar Montauti, Miguel Pérez, Jorge Zanda y Armando Blanco.
“El montaje se puede enseñar, pero tenés que aprenderlo solo. Tenés que luchar vos, pelear y aburrirte del montaje. Si vas con un preconcepto de las cosas, la película no la vas a armar. Quedate suelto, rompé la película y hacela de nuevo; lo otro es pegar una escena atrás de otra. Tenés que encontrar algo, de lo contrario no hiciste un buen trabajo”. Antonio Ripoll (1) .
Ripoll ha montado más de 120 películas, muchas de ellas en asociación con Gerardo Rinaldi; además de innumerables cortometrajes y comerciales. Trabajó con directores como Leopoldo Torres Nilson, Fernando Birri, Manuel Antín, Fernando Solanas, Daniel Tinayre, David Kohon, Leonardo Favio, Rodolfo Kuhn y Manuel Antín.
Alberto Ponce (SAE) durante su entrevista (1) en 2005 le preguntó:
ALBERTO PONCE:
¿Por qué sos montajista?
ANTONIO RIPOLL:
Porque fui un inconsciente. Me puse a trabajar en algo que no sabía ni de qué se trataba, y después me gustó tanto, que le di mi vida.
“Podés hacer lo que quieras, salvo dejar de ser espectador. Dejate llevar y la película te va a decir dónde se corta.” Antonio Ripoll (1)
”El montaje es una cosa hermosísima, pero para gozarlo tenés que estar libre”. Antonio Ripoll (1).
(1) Entrevista a Antonio Ripoll por Alberto Ponce (SAE) – La Película Manda. Conversaciones sobre el montaje cinematográfico en Argentina, EDUNTREF.
FILMOGRAFIA DE ANTONIO RIPOL