Se estrenó la miniserie inspirada en la vida y obra de Héctor Germán Oesterheld que narra los días en que el guionista comienza a trabajar en una editorial con marcada simpatía ante el poder militar y religioso, poco antes de que un sangriento golpe de estado tiña de espanto la nación. 

La Asociación Argentina de Editores Audiovisuales (EDA) entrevistó al equipo a cargo de al edición de la serie “Germán, últimas viñetas”: Demian Galitelli, coordinador de postproducción; Mariano Lacerna, y Lourdes Miere, a cargo del montaje de los capítulos.

«Germán, últimas viñetas» presenta una gran calidad estética y una coherencia de estilo en todas las áreas. ¿Como lograron el orden necesario para que pase lo mismo en el montaje?

Demian: mucho antes que empiece formalmente nuestra labor, tuvimos una reunión con Mariano y Lourdes para definir cosas que, a priori, eran necesarios resaltar y encaminar rápidamente.

Era transcendental que desde el “Día 1” de nuestra labor estuviésemos completamente “empapados” del flujo de trabajo y, sobre todo, del ritmo, estética y necesidades de la serie. En otras series hemos perdido semanas en la búsqueda de esto debido a la metodología que impone este tipo de series de concursos.

Lourdes: La mayor parte de la serie se filmó en estudio, así que las primeras semanas nos íbamos turnando para subir el material, a las máquinas que estaban en el mismo estudio en la isla de edición. A la par del rodaje, comenzamos la edición.

Mariano: Decidimos trabajar cada uno un capítulo entero. Lourdes editaba los capítulos impares y yo los pares, y el último capítulo (el 13) la mitad ella, y la otra mitad yo. Se logró una unidad narrativa y una manera de encarar cada capítulo.

L: Además, compartíamos horario. Ante cada duda o necesidad de opinión teníamos al otro al lado para consultarle.

Cada cuadro que estaba en las hojas del story, estaban en los clips. Eso lo vi nada más en los extras Volver al Futuro (risas)

¿Cómo se delineó el estilo de edición de la serie?

M: Al principio teníamos escenas y bloques armados de un capítulo, pero no hubo capítulos enteros hasta casi el final del rodaje. Esto permitió que tuviéramos el montaje fresco de algún capítulo, y volver al que editamos unas semanas antes. Eso nos ayudó a mantener una coherencia.

D: Mi principal miedo era no encontrar rápidamente el estilo y la visión que querían los directores. Hablé con ellos, y les propuse una suerte de capitulo 0 (una propuesta de edición en base a lo que ya habíamos hablado). Esa semana vimos capítulos de Mad Men como referencia. “Separamos” de forma hipotética a las diferentes escenas de la serie, las analizamos y nos dejamos llevar por las propuestas de los directores.

D: Al iniciar el montaje ya teníamos un cierto horizonte planteado, así como también un camino. Ese camino -en el caso de los capítulos dirigidos por Cristian y Flavio- nos los daba el storyboard. Solo nos quedaba darle el ritmo final.

M: Fue increíble, cada cuadro que estaba en las hojas del story, estaban en los clips. Eso lo vi nada más en los extras Volver al Futuro  (risas). Los directores con esto sabían qué material había.

Después del rodaje implementamos un intercambio virtual inmediato con dirección, sonido (Esteban Descalzo), VFX (Diego Arias) y con el compositor (Tomás Leonhart). Cada capítulo terminado era colgado a Dropbox y una hora más tarde los directores nos daban su devolución estén donde estén. Eso nos dió un dinamismo muy grande y fluidez para trabajar.

¿Cómo fue trabajar con 3 directores?

L: Cuando estaba “aprobado” dentro de la isla por nosotros y por Demian, lo subíamos a una cuenta de Dropbox, a la que Cristian accedía, los descargaba y los miraba y nos mandaba un mail con la devolución de cada capítulo y las correcciones por hacer.

Con Federico Sosa, el proceso fue diferente, él dirigió los capítulos 3 y 6, por lo cual, uno me tocaba editar a mí y uno a Mariano. En este caso, Federico estuvo en la isla al lado de cada uno durante casi todo el proceso. Nosotros planteábamos la escena y mirábamos con Federico todo el material para luego ir armándolo de acuerdo a su visión, siempre poniendo nuestra visión también en el armado.

M: En los capítulos de Fede Sosa, él estuvo con nosotros sentado y pensábamos juntos el montaje. En lo personal eso estuvo buenísimo, porque nos hizo participar activamente en su capítulo.

Había que cuidar mucho la actuación, la regla siempre era usar los mejores momentos, y para esto obviamente había que valerse de ciertos trucos del montaje

¿Cómo construyeron el ritmo de los episodios de la serie?

D: En las escenas del bar sabíamos que iba a ser necesario la utilización planos detalles mucho antes de platearla en el timeline. Este tipo de plano casi no se encuentra en otras escenas. El ritmo que perdura no es ni mas ni menos que el pedido exaltante del dialogo. Acá no juega casi la acción, es un juego constantes de miradas, palabras y la maravillosa música que nos propone Tomas.

L: Hago una aclaración especial con respecto a la música. Tomás Leondhart es el encargado de toda la música original de la serie. Nosotros teníamos varias bases que se ajustaban a situaciones cómicas, románticas, de suspenso, etc., que Tomás ya nos había enviado. Pero muchas veces Cristian o Federico pedían una versión específica a Tomás para ciertas escenas, basadas o no en las ya existentes, que luego nos llegaban y agregábamos al armado.

D: El rumbo estaba y el ritmo era nuestro, y eso es lo mejor que le podes dejar a un grupo de montajistas jóvenes. El ritmo.

 

¿Cuándo se dieron cuenta de que las historias funcionaban?

D: Desde el principio hice hincapié en observar de donde viene la escena: cómo arrancar y cómo terminarla. No era la idea utilizar nuestra herramienta como adición al relato, sino todo lo contrario. La relación de los planos nos tenía que llevar de manera fluida a la siguiente escena.

L: Los cambios sobre el guión original se hacían en general antes de comenzado el rodaje. En el proceso de montaje sólo se sacaron algunas cosas porque hacía a la fluidez del relato, pero no recuerdo que hubiera un replanteamiento de la historia en sí. Los guiones eran muy buenos, y se cuidó mucho que, aunque no demasiados, estuvieran aquellos cambios que se creían necesarios antes del rodaje de cada capítulo.

Era transcendental que desde el “Día 1” de nuestra labor estuviésemos completamente “empapados” del flujo de trabajo y, sobre todo, del ritmo, estética y necesidades de la serie.

M: Hubieron algunas diferencias mínimas de estilo en el proyecto. Por ejemplo, en los capítulos de Cristian y Flavio siempre la cámara está sentada en el trípode con movimientos de carro y pluma. Fede Sosa mantuvo esta forma, pero en la última escena del capítulo 6 se largó con cámara en mano y se animó a quebrar durante un rato la forma dominante de la serie. Lo hizo en un momento de alto nivel dramático y funcionó muy bien.

D: Nosotros, como los DF, los directores, o los de arte, etc., nos subimos a la fluidez propuesta por el relato y nos acomodamos a la figura que estamos retratando. Somos tan espectadores en nuestro rol como el espectador mismo.

El director Bernard elogió el montaje de las escenas del bar; ¿a qué se refiere y cómo lo vivieron ustedes ese proceso?

L: Las escenas que sucedían en el bar siempre resultaban en la isla las más complicadas. Unos cuántos tipos, 6 o 7, sentados alrededor de una mesa charlando sin parar. Es muy fácil que estas situaciones cansen si los planos se repiten mucho y la charla es muy larga. Por eso siempre era un reto mantener la tensión en los momentos necesarios y distender en los demás.

Además cada escena en el bar era filmada por los directores de manera diferente, y por lo tanto el planteo desde el montaje también lo era. Esto ayudó a que el bar “no se agote” y en cada capítulo hay un redescubrimiento del espacio y de la conversación de una manera diferente.

M: Cuando leí el guión, desde el principio supuse que las escenas del bar iban a ser difíciles. En esta escenas está plasmado el Oesterheld más humano. Los directores fueron muy inteligentes en el planteo de cámaras de las escenas. Priorizaron mucho el relato, y tanto la cámara como el montaje lo acompaña.

L: había que cuidar mucho la actuación, la regla siempre era usar los mejores momentos, las mejores tomas de actuación y cámara, y para esto obviamente había que valerse de ciertos trucos del montaje, ahí es cuando se genera un nuevo lenguaje, y se incorporan esos planos detalles, esos movimientos prolijos de cámara, esos PPs de expresiones particulares de los actores, esas miradas encontradas en el material. Fue una búsqueda exhaustiva de pequeños momentos y acciones que ayudaran al relato, y lo dinamizaran.

M: Ni bien mirábamos el material, se planteaba el orden de planos, y de ahí el corte lo daba el mismo relato. Esto lo convirtió en un ejercicio muy interesante

 Además el director hizo hincapié sobre tu trabajo en el clímax del capítulo 12…

M: El montaje vuelve a tomar protagonismo de cierta manera. El 90% del capítulo está planteado en un mismo sitio, y los altibajos dramáticos del guión son muy bien acompañados por las formas de plantar la cámara. Al tener eso ya de antemano, el montaje en estas escenas se dieron de forma llevadera. Fue bastante conmovedor editar este capítulo… cada vez que lo veíamos entero se nos ponía la piel de gallina con los climas que generaba.

¿Alguna reflexión final, sobre el trabajo en “Germán, últimas viñetas”?

M: Los directores tenían claro como contar todo. Nosotros tuvimos la presión de no defraudar ese cuento tan claro que tenían los directores. La fluidez se dio con dejar mostrar a la cámara lo que debía mostrar el tiempo que sentíamos, y no dejar llevarnos por un patrón de corte. La carga dramática en la imagen era muy importante, y el silencio por ahí se convertía en un narrador más.

L: Una de las cosas que me quedó del proceso fue que los editores somos medio magos, siempre terminamos sacando conejos de la galera para que el público mantenga la atención y se entretenga, y engañando al ojo del espectador. La verdad que en la serie aprendí muchísimo de todos mis compañeros, y les estaré agradecida infinitamente. Espero que la disfruten.

Todos los capítulos de esta mini serie pueden verse online y en calidad HD en el siguiente link. http://cda.gob.ar/serie/1417/german-ultimas-vinetas