Miserere
Luego de proyectarse en varios festivales tanto nacionales como internacionales, la película Miserere (Trailer), dirigida por Francisco Ríos Flores se podrá ver en este link hasta fin de mes.
La película sigue el recorrido y las reflexiones de un grupo de hombres jóvenes que se prostituyen en la estación de trenes de Once, haciendo foco en una problemática invisibilizada.
El equipo de edición fue conformado por nuestra socia Jimena García Molt (EDA), Ignacio Suarez Rubio y Martín Osores. Abajo, Jimena e Ignacio nos cuentan sobre el proceso de edición de la película. Como siempre, ¡felicitaciones al equipo por su trabajo!
¿Cómo estuvo compuesto el equipo de edición?
Ignacio: Yo trabajé en la pre y durante el primer año de rodaje, donde hacíamos las bajadas y visualizábamos el material, analizando su potencia puntual y su valor estructural en la película. Luego se sumó Martín Osores quien empezó a montar propiamente el corte de la peli cuando yo me fui. El corte de guión de 40 minutos fue editado por él.
Jimena: Martín no podía continuar con el montaje así que estaban buscando a alguien que pudiera avanzar, e idealmente, cerrar el documental. Al ver ese armado instantáneamente quise editarlo. Fue clave la mirada amorosa y de respeto hacia los pibes que la protagonizaban, los planos eran hermosos (de la mano y ojo de Juan Vollmer el DF), la postura hacia el trabajo sexual y la posibilidad de descubrir un mundo que desconocía absolutamente. Tenía razones de sobra para querer meterme en el universo de este documental y tuve la suerte de que me invitaran a ser parte de él.
Ignacio: Finalmente la grosa de Jimena García Molt se hizo cargo del montaje completo de Miserere y de acompañar todo el proceso hasta tener la copia A finalizada. Ahí es donde tuve el placer de conocerla ya que yo volví al proyecto para realizar trabajo de vfx y solucionar algunas cuestiones técnicas en algunas tomas que habían tenido problemas durante el registro.
Jimena: Aunque no editamos simultáneamente en ningún momento, creo que cada uno de los aportes que hicimos Martín, Nacho y yo desde el montaje contribuyeron a que la película sea la que terminó siendo.
Francisco Ríos Flores y Jimena García Molt cerrando el corte final.
¿Qué desafíos o particularidades tuvo el montaje de este proyecto?
Jimena: Tuvimos varios puntos desafiantes en el montaje. Una de las referencias principales es la película «Yo, un negro» de Jean Rouch donde se usa el recurso de la voz en off en primera persona del protagonista, pero en el caso de Miserere, la voz poética y contemplativa debía funcionar organicamente con la estación ruidosa y llena de gente de Miserere. Este contraste de mundo exterior e interior fue un desafío que se resolvió ralentizando las imágenes y usando un efecto de sonido para poder entrar y salir de estos momentos reflexivos.
Ignacio: Necesitábamos algo que aportase una base sólida para los planteos estéticos de Miserere pero que a su vez no acarreara complicaciones logísticas en rodaje debido a un equipo reducido y la naturaleza de las zonas y horarios por donde se rodaría la película.
Jimena: Trabajamos mucho la idea del movimiento constante de los pibes (giraje), que es algo que Paco tenía muy presente porque es algo caractéristico del trabajo sexual callejero con la particularidad de ser en medio del calor del verano porteño. Así que dejamos a los protagonistas contemplando en busca de clientes, planos largos con lentas caminatas intentando reforzar la idea de un movimiento lento pero constante.
La escena de sexo explicito fue algo que charlamos en el montaje ya que era la última posibilidad de decidir sacar o «alivianar» esa escena. Concluimos que era muy importante mostrar, sin pudor, en lo que consiste el trabajo sexual y que fuera lo mas descriptiva posible. Al mismo tiempo reforzamos la idea, que esta presente durante toda la película, de que el trabajo sexual es trabajo, armando el paralelo con una trabajadora de limpieza del hotel.
El riesgo con el que nos encontramos con esta confirmación fue que calificaran a la película como Exhibición condicionada lo que limitaría la difusión y proyección en sala pero finalmente logramos la calificación que creíamos que correspondía. (SAM 18 – Solo apta mayores de 18 años).
“Miserere”
¿Qué características técnicas tenía el material?
Ignacio: El material fue grabado en la Sony a7S II y usando múltiples velocidades de registro dependiendo de la intención de la pieza.
Jimena: El material fue grabado en dos etapas diferentes (verano del 2016 y verano 2017) y se hicieron proxys. Usamos el Premiere para editarla
¿Cómo fue el trabajo con el sonido?
Jimena: El sonido fue registrado y diseñado por Nicolás Calderón.
Al llegar al corte final, Nico empezó a trabajar en el diseño sonoro de la película e inclusive salió a grabar jornadas de wildtracks en la estación y plaza Miserere a partir de tener ese último corte de montaje.
Nico hizo un gran trabajo en el diseño sonoro con la complejidad de los espacios donde se desarrolla la película y siempre estuvo abierto a intercambiar ideas y comentarios durante todo el proceso.
Francisco Ríos Flores, Jimena García Molt, Nicolás Calderón (Diseño sonoro), Lucía Rey (productora).
¿Cómo fue el trabajo con dirección?
Jimena: Paco es un director minucioso y con mucha claridad en lo que está buscando en su película, al mismo tiempo que me ha dado espacio para proponer y debatir todas las ideas que fueron surgiendo en el proceso de montaje.
Ignacio: Francisco es un director que tiene muy en claro lo que busca y eso hace todo más fácil. Las ideas siempre son en base a una intención clara y esto hace que discutirlas o traer nuevas ideas a la mesa sea un trabajo constructivo. Tanto por la positiva como por la negativa, cada propuesta tiene una devolución concreta y completa que permite refinar y contener mejor lo que se busca. Eso es muy importante, el poder entender no solo el “porque no?” sino también el “porque si?”. Es ir reafirmando pautas constantemente, que a la hora de decidir cuando algo funciona o no, dan argumentos contundentes y sobretodo coherentes con el resto del material.
Jimena: Aprendí muchísimo de él como director, trabajando codo a codo en la isla pensando cómo hacer crecer la película y también aprendiendo de la realidad que estábamos retratando. Paco comenzó a cranear esta película desde el 2011 y el proceso de investigación duró 4 años.
También fue muy bondadoso al invitarme a participar en todas las etapas de post para dar mi parecer y sumar en lo que podía, eso fue una experiencia hermosa que hizo que hiciera más propio el proyecto.
Realmente es una película hecha en equipo y con mucho compromiso de parte de todxs lxs que participamos y principalmente de Paco.
Jimena García Molt y Francisco Ríos Flores.
¿Tuvieron idas y vueltas por el tema del consentimiento de la gente que aparece en la película?
Jimena: Desde la etapa de investigación donde se entrevistaba a los trabajadores sexuales de Once, se les consultaba si querían aparecer en la película, ese era el gran filtro para la selección de los protagonistas. Solo se dió una situación con uno de los pibes que se arrepintió a último momento y hubo que convocar a otro. Paco al conocer la particularidad de los trabajadores sexuales que tienen una lógica medio golondrina podría decirse, porque algunos viven en la calle, o van y vienen y no es que hay un lugar fijo donde encontrarlos, pudo convocar a otro de lxs pibes y continuar con el rodaje.
En montaje necesitamos que se regrabaran algunas frases que habían dicho ellos mismos pero con otra intención (un tono mas conclusivo por ejemplo) o que estuvieran grabadas con mayor calidad, porque las sumamos o cambiamos en montaje, y era complejo encontrarlos. Entonces Paco iba a Once a buscarlos por las calles a ver si se los cruzaba y ver si querían ese día grabar y que eso coincidiera con que Nico, el sonidista, pudiera y así fuimos avanzando.
¿Cómo fue trabajar con un material tan fuerte y único?
Jimena: El extenso proceso de investigación evidenció que la prostitución masculina callejera no era sólo una situación invisibilizada sino además una realidad violenta y de mucha exposición de todo tipo (enfermedades de transmisión sexual, consumo drogas, riesgo de una muerte temprana, exclusión familiar, persecusión policial). Esto se intentó plasmar en la selección de las reflexiones y en el accionar de los protagonistas en la película así que no era fácil entrar al mundo de «Miserere» cada vez que llegaba a la isla y quedaba en mi cabeza al salir de ella. Paco me contaba (y sigue contándome) lo que vivían los pibes día a día porque él generó fuertes vínculos con ellos, y otrxs que no estan en la peli pero que también son trabajadorxs sexuales.
Había veces que nos encontrábamos editando una escena donde había un pibe hablando sobre que no sabría qué sería de su vida en el futuro al mismo tiempo que Paco lo estaba rastreando por todos lados porque se encontraba desaparecido hace semanas o el pibe estaba preso en Misiones, o había rumores en Once de que había vivido cosas horribles o hacía un frío polar y estaba durmiendo en la calle. De alguna forma saber lo que sufrían hizo que intentáramos ser extremadamente respetuosos con sus palabras y sus imágenes desde el montaje también.
Hay algo que se percibe en el montaje de la película, es el cuidado y el amor para con sus personajes. ¿Cómo trabajaron este aspecto en particular?
Jimena: Paco nos ha convocado con esa premisa a todxs lxs que participamos en cada etapa de la película porque es lo que siente por los pibes genuinamente.
Cuando el director tiene tan clara su mirada hacia los protagonistas y la forma en que quiere contarlos creo que eso se ve reflejado en el material que llega a la isla.
Entonces nuestro trabajo se vuelve potenciar desde la edición, más que encontrar la película o darle forma en esta etapa. Disfruto mucho cuando pasa esto y siento que me acerca más a la profesión que amo.
