Se llevó a cabo el encuentro «La mujer y el montaje» donde tres referentes generacionales debatieron acerca de nuestra historia como mujeres montajistas, reflexionando sobre las problemáticas actuales y cuál es el camino para acortar la brecha de género y alcanzar una mayor igualdad, organizado por la Comisión de Cultura de EDA.
La actividad dio inicio con la proyección de testimonios de cortadoras de negativo, rol confinado a las mujeres por la ´delicadeza´ que requería la actividad. Sin embargo, se datacaba el testimonio de Margarita Bróndolo quien quiso luego compaginar largometrajes y no le fue permitido. Los varones de las secciones técnicas consideraron que el ascenso de una mujer al área de compaginación los perjudicaba.
La pionera de nuestra actividad, Silvia Ripoll (EDA), fue la primera mujer montajista aunque recién en 1974. Silvia contó cómo fue su inserción en los Laboratorios Alex: el paso de ser cortadora, luego ayudante hasta finalmente ser compaginadora en una época donde solo había montajistas varones. A continuación la mesa redonda, moderada por la socia Natalia Villegas (EDA), hizo partícipes con sus reflexiones a Rosario Suárez (SAE) y Anabela Lattanzio (EDA) como referentes generacionales actuales quienes trazaron algunas reflexiones sobre el trabajo en la isla de edición con directores y directoras.
Tras la lectura de estadísticas específicas sobre la cuestión de género en nuestro trabajo, abordaron temas actuales como la inserción laboral, la maternidad y el trabajo, y la pelea vigente de igual salario por igual tarea entre hombres y mujeres.
Agradecemos al Museo de la Mujer Argentina que nos brindó el espacio para llevar a cabo esta actividad y a la agrupación Mujeres Que Filman por acompañarnos en difundir el encuentro.
Recomendamos para ampliar sobre el tema la lectura del informe de la investigadora Clara Kriger titulado “¿Cuántas somos en la producción de imágenes y sonido?” (2014).